martes, 8 de diciembre de 2015

FUENTE DE SAN VIRILA, Monasterio de Leyre

Pues hoy toca un clásico de las leyendas navarras. No por muy conocida es menos bonita.
Empezamos. Pues resulta que el abad Virila del monasterio de Leyre, andaba comiéndose el coco sobre que cosa sería eso de la eternidad y santo sería lo que tu quieras pero humilde poco, porque no se le ocurrió otra cosa que pedirle a Dios que le mandara una prueba.
Por lo visto a Dios no le sentó mal que todo un abad tuviera dudas de el y decidió mandarle la solicitada prueba, pero ese día estaba con un puntillo cachondo y le hizo una jugarreta.
La cosa es que el abad Virila se fue a dar una vuelta por los alrededores del monasterio mientras meditaba en la eternidad, que le andaba quitando el sueño, cuando oyó un ruiseñor, se quedó embelesado oyéndolo y fue siguiéndolo a través del bosque hasta llegar a una fuente en donde de tanta tranquilidad y felicidad se quedó sopa (por lo visto ya aburría tanto trino). Al rato se despertó y fue volviendo para el monasterio.
El primer mosqueo debió ser de marca mayor, cuando se fue de paseo sería el año 920 aproximadamente y el monasterio debía ser bastante pequeño, cuando volvió sería 1220 mas o menos. La cabecera y la cripta que conocemos fueron consagradas el año 1057 y la nave central se consagró el 1098 por lo que no existían al irse pero si al volver. El cambio que sufrió el monasterio en ese tiempo debió ser brutal, de un pequeño monasterio visigotico a un gran templo románico.
A lo que iba, que me despisto, que el abad volvió al monasterio y ya tendría la mosca detrás de la oreja al ver esa gran iglesia que no conocía, llamó a la puerta y se encontró con un fraile que no conocía y que, me imagino, le preguntaría que a ver que deseaba, si era capaz de pedirle a Dios pruebas se puede imaginar el rebote que se cogería de que un fraile-portero le anduviera pidiendo explicaciones, de todos modos, a esas alturas, ya andaría mas humilde (o mas asustado) y le dijo quien era, el portero que ni idea, el abad que no sabes tú con quien estas hablando, al barullo fueron acudiendo otros monjes, al final fueron a los archivos del monasterio y ¡Oh, la, la! va y resulta que encuentran a un abad Virila (880-938) en los archivos que consta como abad al menos en el 928. Desde su desaparición habían pasado 300 años.
¡Grandes alabanzas a Dios! todo el monasterio convertido en un gallinero y entonces va y aparece el ruiseñor de marras con el anillo abacial en el pico y se lo planta a Virila en el dedo y ya de postre, aparece Dios en intervención estelar y le suelta "mira hijo has estado 300 años oyendo el canto de un ruiseñor y te a parecido un instante, los goces de la eternidad son mucho más perfectos" y ahí dejó el marrón, porque no se que pensaría el abad en ejercicio al ver que aparece Virila y le arrebata el mando.

Acabando, la existencia de San Virila está documentada y existió realmente. Lo demás queda a la fe de cada cual.

Si quieres ver una excursión que hicimos saliendo de Leyre hasta Arangoiti pincha aquí.


El monasterio de Leyre, de donde parte el camino a la fuente de San Virila


El camino es bastante agradable.

Y esta es la fuente en la que hay dos pequeñas figuras de los protagonistas de la leyenda.

Y aquí estamos nosotros, cuando volvimos no habían pasado 300 años y todavía nos conocían en casa.

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