viernes, 1 de enero de 2016

TEODOSIO DE GOÑI, Sierra de Aralar.

A petición popular hoy toca la quizás mas famosa leyenda de Navarra.
Eran tiempos del rey visigodo Witiza. 
Veamos quien era este Witiza:
Su padre lo asoció al trono en el año 693 o 694.
Lo nombro corregente en el año 700. 
Reinó en solitario desde el año 702 o 703 . hasta el año 710 o 711.
Así pues Witiza existió, cosa que no se puede decir de nuestro protagonista de hoy, Teodosio de Goñi.

 Teodosio de Goñi era, como su nombre indica, del pueblo de Goñi, casó con doña Constanza de Butrón, también de Goñi, pasando a vivir de la casa de sus padres a la de sus suegros.
Eran tiempos de guerra y aquí yo he encontrado dos versiones.

1ª versión- Teodosio de Goñi marcha a la guerra contra los árabes que han empezado la conquista de la Península Ibérica. 
Esta versión puede patinar un poco porque Teodosio es contemporáneo de Witiza, Witiza reina hasta 710 o 711 y Tariq desembarca en Algeciras en el mismo 711. Justos de fechas andamos.

2ª versión- Teodosio de Goñi marcha a la guerra contra los godos.
Está documentado que en el año 710, liderada por Rodrigo (el de Guadalete) hubo una campaña visigoda contra los vascones. 
Esta versión es mas convincente puesto que mas adelante aparece en Papa Juan VII que fue pontífice del 705 al 707.




Sea como fuere, después de unos años de guerrear, Teodosio ,volvía para Goñi y ya cerca del pueblo se encuentra con alguien, y ahora tenemos 3 versiones:

1ª- El diablo.
2ª- Un peregrino.
3ª- El Basajaun, que es a quien voy a elegir porque me da la gana.

Y basta ya de disgresiones, Vamos al relato, sabiendo que hay versiones distintas pero que no varían mucho.
Muy de madrugada, Teodosio volvía de la guerra a su pueblo y de camino se encontró con el Basajaun.
El Basajaun empezó a burlarse de Teodosio, diciéndole que mientras el estaba guerreando por ahí, su señora esposa le estaba coronando la cabeza con un hermoso par de cuernos y no solo eso, es que encima lo hacia con un criado.
Teodosio se puso hecho un basilisco y partió a galope hacia su casa rugiendo de rabia y clamando venganza.
Llega nuestro protagonista a la casa descabalga y sin saludar ni nada, sube las escaleras en dos zancadas, entra en su dormitorio y efectivamente se encuentra a dos personas durmiendo tranquilamente en su cama. ¡Voto a Brios! habría dicho Teodosio ¡Es cierto que me está adornando la frente la Constanza! y sin mas dilación paso a escabechinar, con mucha saña y repetidamente, a los ocupantes del tálamo.
Cubierto de sangre y muy satisfecho de su venganza salió del dormitorio encontrándose con su esposa que había oído el escandalo y acudía a ver que pasaba.


 Constanza ve a Teodosio y encantada de tenerle otra vez en casa le dice:

- ¡Teodosio! ¡Que alegría!

Y Teodosio empezó a tragar saliva y el cerebelo a darle vueltas.

- ¡Constanza! Si tu estas aquí ¿Quien está durmiendo en nuestra cama?

Constanza que aun no se había pispado que Teodosio iba de sangre hasta las trancas (la iluminación de entonces dejaba mucho que desear) le replica, todo feliz y satisfecha de su bienhacer.

- Tus padres, han venido a pasar unos días para hacerme compañía y que menos que dejarles la mejor alcoba de la casa, que es la nuestra.

-¡Ups! pues resulta que me los acabo de cargar, así a lo tonto, pensando que me estabas poniendo los cuernos.


 Es de imaginar el careto de la Constanza.

- Pues la has hecho buena ababol, esto no tiene remedio ¿No podías entrar en casa como todo el mundo y preguntar?

En fin, el Teodosio, se fue a confesar el estropicio al párroco del pueblo que me imagino no se habría visto en una igual en la vida y horrorizado le mando para Iruña-Pamplona para que se confesara ante el obispo Marcial (Que realmente era obispo en esas fechas).

Marcial, espantado asimismo, decidió que el caso era demasiado para el y mando a nuestro Teodosio a Roma para que se confesara ante el Papa Juan VII.
Y para allá se fue Teodosio, 1700 km tenia por delante.



 Llegó a Roma y confesó el crimen ante el Papa que le impuso de penitencia vivir fuera de toda población, llevando una gruesa cadena atada al cuello y a la cintura y a llevar una cruz de madera a cuestas.
La penitencia acabaría cuando la cadena se desgastara y se cayera sola.
Otros 1700 km. de vuelta, esta vez con tan aparatoso andamiaje a cuestas.
7 años anduvo Teodosio, primero por la sierra de Andia y después como ya se aburría por la de Aralar.
El año 714 Teodosio andaba por Aralar y hacia un tiempo de perros por lo que se refugio en una sima. En dicha sima vivía un dragón que pasaba los ratos matando a personas y ganados achicharrandolos con su lengua de fuego.
Al dragón le pareció una impertinencia que Teodosio entrara de okupa en su gruta y salió presto a poner las cosas en su sitio.

Teodosio espantado grito:
-¡San Miguel, ayudame!


 A lo que San Miguel, portando sobre su cabeza una cruz bajó a echar una mano a nuestro protagonista y después de luchar con la bestia, la mató.
En el mismo momento en que el dragón caía muerto, las cadenas se desprendieron.

Teodosio, encantado de la vida volvió a Goñi con su familia pero no se olvidó de la ayuda que le había prestado San Miguel, por lo que construyo el Santuario de San Miguel in Excelsis.

Si quieres ver la subida a San Miguel pincha aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario